La contaminación invisible que envenena China

Los aldeanos de Daying, donde viven 1.500 personas, desconocen quién haya podido ser el responsable. En sus cercanías hay plantas químicas, fábricas de acero y factorías de cuero. Las autoridades locales, denuncian Zhang y Bian, no han hecho caso de sus reclamaciones. “Nos dicen que localicemos nosotros a los culpables, y que entonces intervendrán ellos. Pero solo somos gente corriente, ¿cómo podemos encontrar quién ha sido?”.

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