Obama recibe a la alcaldesa de Flint, una ciudad que padece la contaminación del agua con plomo

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recibió este martes en la Casa Blanca a la alcaldesa de Flint (Michigan, EE.UU.), una ciudad de 100.000 habitantes en plena crisis al haberse detectado que el agua potable que ha recibido durante meses contenía grandes dosis de plomo.

Obama recibió a la alcaldesa, la demócrata Karen Weaver, para que le contase “de primera mano cómo están lidiando los residentes de Flint con la actual crisis sanitaria, y los retos que todavía existen para la ciudad, sus vecinos y la comunidad empresarial”, indicó la Casa Blanca en un comunicado.

El pasado sábado, el presidente firmó una declaración de emergencia para Flint, lo que pone a disposición de la ciudad fondos de ayuda federal para hacer frente a una situación caótica, en la que los vecinos no pueden usar el agua corriente.

El agua corriente de Flint se contaminó después de que la ciudad cambiase de proveedor, del sistema de aguas de Detroit al río Flint, en abril de 2014 como medida para ahorrar gasto público y mientras se construía una cañería hasta el lago Huron.

El agua del río Flint, conocida tradicionalmente por los vecinos por su suciedad, no pasó por los tratamientos de depuración pertinentes, y sus propiedades corrosivas permitieron que se filtrasen grandes cantidades de plomo de las viejas cañerías por las que circulaba.

Al detectarse altos niveles de plomo en los niños de las escuelas de Flint, la ciudad volvió a cambiar su proveedor de agua potable por el sistema de Detroit en octubre pasado, pero según los expertos el daño causado a las cañerías podría permitir que el plomo se siguiese filtrando en el agua.

La exposición a grandes dosis de plomo puede resultar muy perjudicial para la salud y desencadenar enfermedades en los riñones, y es especialmente nociva para los niños, a quienes puede provocar, entre otras cosas, problemas de comportamiento y retrasos en el aprendizaje.

Según la CBS, las altas dosis de plomo en el agua también estarían relacionadas con un incremento de los casos de legionella en el área, que ha afectado a 87 personas, diez de las cuales han fallecido.

Al no poder hacer uso del agua potable, la Guardia Nacional está distribuyendo agua gratuita y filtros a los residentes.

La crisis sanitaria también ha desencadenado otra de tipo político, con acusaciones de negligencia a las administraciones local, estatal y federal por haber permitido y llevado a cabo el cambio de proveedor, por no haber tratado el agua debidamente y por la demora en actuar ante la situación.

Además, la prensa local publica informaciones según las cuales las autoridades ya tenían constancia de las altas dosis de plomo en el agua corriente de Flint meses antes de que estallase el escándalo.

El gobernador de Michigan, el republicano Rick Snyder, abordó la cuestión hoy en su discurso sobre el estado del Estado y se comprometió personalmente en los tres años de gobierno que le quedan a su administración a “garantizar sin descanso que las familias de Flint pueden curar estas heridas”.

“No dejaremos de trabajar para la gente de Flint hasta que cada persona tenga agua limpia cada día, sin importar lo que ocurra”, indicó el gobernador.

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