Cerca de 750 millones de personas carecen de acceso a agua potable
Alrededor de 750 millones de personas, es decir, más de uno de cada 10 habitantes del mundo, continúan sin tener acceso a mejores fuentes de abastecimiento de agua, en tanto que aproximadamente 2.500 millones carecen de servicios de saneamiento y unos 1.000 millones practican la defecación al aire libre.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, aporta estos datos en un mensaje difundido con motivo del Día Mundial del Agua, que se celebra el domingo 22 de marzo.
Ban señala en su mensaje, recogido por Servimedia, que este recurso desempeña una “función esencial e interrelacionada”, puesto que “dependemos del agua para la salud pública y el progreso equitativo, y el agua es esencial para la seguridad alimentaria y energética, y sustenta el funcionamiento de las industrias”.
“El comienzo del cambio climático, la creciente necesidad que tienen la agricultura, la industria y las ciudades de los recursos hídricos finitos, y la contaminación cada vez mayor que afecta a muchas zonas están acelerando la crisis del agua, algo que solo puede resolverse elaborando planes y políticas intersectoriales integrales a los niveles internacional, regional y mundial”, añade.
El líder de las Naciones Unidas indica que uno de los principales problemas es el acceso al agua potable y a servicios de abastecimiento. “La falta de agua afecta, en particular, a las mujeres y los niños, ya que no sólo pone en peligro su salud, sino que, además, obliga a perder una cantidad considerable de horas en la improductiva, y a veces peligrosa, tarea de recoger agua”, apostilla.
CAMBIO CLIMÁTICO
Ban recalca que el futuro del planeta “encara la amenaza del cambio climático”, motivo por el que los Estados miembro de la ONU trabajan “arduamente” para llegar a un acuerdo en la próxima cumbre mundial sobre el clima, que se celebrará el próximo mes de diciembre en París (Francia) y sustituirá al Protocolo de Kioto.
“En los próximos años, las emisiones de gases de efecto invernadero tendrán que reducirse considerablemente para poder evitar los peores efectos del cambio climático, entre los que se cuentan los cambios en las pautas meteorológicas y la amenaza de escasez de agua en muchas partes del mundo”, explica.
MÁS DATOS
Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aporta los últimos datos globales conocidos sobre el agua en el mundo, que recoge en su informe ‘Glass 2014’.
Según esta agencia de la ONU, el 89% de la población mundial tenía acceso a una fuente mejorada de abastecimiento de agua potable en 2012, en comparación con el 76% en 1990.
Además, actualmente casi 4.000 millones de personas tienen agua corriente y 2.300 millones obtienen agua de otras fuentes de abastecimiento, como grifos públicos, pozos protegidos y perforaciones.
Sin embargo, alrededor de 748 millones de personas se abastecen de fuentes no mejoradas de agua, de las cuales 173 millones dependen de aguas superficiales.
La OMS apunta que cerca de 1.800 millones de personas se abastecen de una fuente de agua potable que está contaminada por heces y que el consumo de agua en mal estado puede transmitir enfermedades como la diarrea, el cólera, la disentería, la fiebre tifoidea y la poliomielitis, hasta el punto de que se calcula que la contaminación del agua potable provoca más de 500.000 muertes anuales por diarrea.
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