Agua, peso y belleza – Agua, una declaración de vida sana
En ocasiones pensamos que para estar a dieta, es necesario sencillamente ingerir pocos alimentos, y también pocos líquidos. Esto es un error, ya que en muchas ocasiones, lo que podemos creer que es grasa, realmente se trata de agua y líquidos retenidos por el cuerpo. Cuando el organismo detecta que se esta ingiriendo poca cantidad de agua con respecto a lo que necesita, sencillamente comienza a almacenar reservas de agua para poder mantenerse hidratado. Esto se refleja en las manos o los pies por ejemplo, que pueden parecer hinchados.
Lo mas recomendado por especialistas en la salud, es sin duda, beber agua como complemento necesario para una correcta dieta y alimentación, y para tener un aspecto saludable. No solo ayuda a la absorción de grasas y su eliminación, sino que ayuda a mantener firme el tono muscular sin problemas aunque se este perdiendo peso. También debemos tener en cuenta que al llenarnos, reduce las ganas de comer, lo que ayuda considerablemente sin tener que recurrir a productos más dañinos y artificiales para reducir el apetito. Esto hace también que nos ayude a metabolizar mejor las grasas, eliminar desechos, evitar estreñimiento, etc.
En ocasiones, enfermedades como la diabetes, o fiebres, donde se pierde agua a consecuencia de la enfermedad en sí, o bien, no se ingiere suficiente agua puesto que dichas enfermedades producen inactividad, lo que reduce considerablemente la apetencia de agua y por tanto, son enfermedades con las que es fácil deshidratarse. Algunas de ellas favorecen la obesidad, y esto se une a la poca ingesta de líquidos, lo que la incrementa más aún.
No debemos tampoco recurrir a bebidas llamadas energéticas o al café, por ejemplo, para reponer fuerzas a lo largo del día. Estas bebidas aportan lo contrario a lo que el organismo necesita. Si comemos más en lugar de calmar la sed, ocurre que el riñón se ve sobrecargado de trabajo, y además, con agua insuficiente, lo que crea como consecuencia es que el estómago hace parte del trabajo del riñón, además del suyo propio, dejando almacenado así grasas en el cuerpo que deberían de haberse metabolizado correctamente de no ser por la falta de agua.
De esta forma, bebiendo agua regularmente y manteniendo el cuerpo debidamente hidratado, mantendremos correctamente nuestro metabolismo y favoreceremos la perdida de grasas y el preciso funcionamiento del cuerpo. Un buen equilibrio hidrosalino, pérdida de peso y reducción del hambre.
Puntos más importantes:
- El agua establece un correcto funcionamiento y equilibrio de fluidos y grasas en el organismo.
- El agua ayuda a los músculos y otros órganos a mantenerse correctamente.
- El agua sirve para aliviar la sed, reduce el apetito y esta libre de grasas y calorías.
El agua ayuda a metabolizar los alimentos.