Una filtración de herbicidas deja a 12.000 vecinos sin agua potable en La Bisbal
Más de 12.000 vecinos de La Bisbal d’Empordà y Forallac (Girona) llevan ocho días sin poder beber agua del grifo ni usarla para cocinar a causa de una contaminación por exceso de herbicidas detectada a finales de julio. Ante la indignación de los afectados, ambos ayuntamientos están estudiando diferentes opciones para remediar el problema de forma urgente, después de publicar un bando la semana pasada que comunicaba que el agua del grifo no era potable. Sin embargo, todavía no se espera una solución “inminente”. Los técnicos del departamento de Agricultura de la Generalitat están tomando muestras de las explotaciones de maíz de la zona para intentar localizar el origen de los pesticidas filtrados en el agua potable.
Cáritas de la Bisbal ha empezado a repartir 90 garrafas agua de 8 litros a la gente en situación económica precaria y de avanzada edad. Además el Ayuntamiento se ha comprometido a bonificar una parte del recibo del agua mientras no llega una solución.
En el control de calidad del agua del 27 de julio, que se hace de forma periódica, SOREA, la empresa gestora del suministro, detectó una concentración de productos fitosanitarios en la red de agua de abastecimiento público de La Bisbal i Forallac por encima de la concentración máxima permitida de 0,1μg / l (según el Real Decreto 140/2003, de 7 de febrero, por el que se establecen los criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano). En la muestra se detecta presencia de diurón en una concentración de 0,19μg / l y de terbutilazina en una concentración de 0,53 mg / l, la concentración de ambas sustancias está por encima del valor permisible según normativa estatal. No obstante, las concentraciones detectadas están por debajo de los valores guía que establece la OMS (Organización Mundial de Salud).
La concentración de herbicidas se atribuye, según los expertos, a la actividad agrícola y en concreto a los cultivos de maíz de la zona. No obstante, el diurón también se encuentra en productos utilizados en pintura para evitar que salgan algas en piscinas. Además, lo atribuyen también a que la sequía ha hecho bajar el caudal del acuífero del río Daró y esto ha potenciado la concentración de incrementar los niveles de los herbicidas.
La Bisbal i Forallac se abastecen en un 75% del agua de los pozos del acuífero del río Daró y en un 25% del de Fontanilles. La contaminación se ha localizado en los del Daró, por eso una de las dos opciones que se está barajando es o coger más agua del otro acuífero, o poner filtros de carbono en la salida de los pozos de La Bisbal; ambas medidas son complejas. “Se están haciendo pruebas de bombeo en Fontanilles para ver si es posible trasladar más agua hacia La Bisbal i Forallac a fin de mezclarla con la de los pozos contaminados para reducir la concentración de herbicidas. No obstante, deben asegurarse que este incremento de suministro no cause problemas a los pozos de Fontanilles”, ha explicado el el concejal de Comunicación, Josep Maria Castells.
Por su parte, a través de información facilitada por la Agencia de Salud Pública, técnicos de Agricultura están tomando muestras tanto del suelo como del maíz de diversas plantaciones. Comprueban además que toda la documentación de las explotaciones esté correcta y que cumplan los 50 metros de seguridad respecto terrenos contiguos que establece la ley.
Noticia extraída de: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2016/08/11/catalunya/1470915695_856031.html
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