La salud de nuestras aguas
Aparentemente siempre son los mismos: creemos que el mar es inalterable y no nos preocupamos mientras la corriente fluya por nuestros ríos. Pero bajo esa mirada superficial se descubre uncomplejo equilibrio en el que nuestras aguas sufren los efectos de la contaminación que, por consiguiente, afecta a las especies que habitan en esos ecosistemas.
“Os ríos están nun momento crítico”, sentencia implacable Manuel Pedrosa, director del documental “Nas augas do norte ibérico: os ríos“, presentado esta semana en el festival de Cine Submarino de Vigo. La cinta, de casi 40 minutos de duración y recién acabada, plasma el estado de los ecosistemas de los cauces gallegos y asturianos. En nuestra tierra se han centrado en analizar cómo se encuentran el Tea (que pasa por Ponteareas), el Alén (que cruza Barciademera), el Ulla (que desemboca en la ría de Arousa) o el Eo (que marca la frontera entre Galicia y Asturias), aunque también han estudiado otros regatos. “De los pequeños, el Alén es de lo mejor conservado que hay. Entre los peores está el Tea, por el problema de las minicentrales y el mal funcionamiento de depuradoras. Una vez que pasa de Ponteareas, el río se estropea mucho”, explica David Súarez, realizador de la cinta.
Los criterios para determinar que un río está sano se centran en explorar su continuidad fluvial, es decir, que no haya presas que interrumpan su descenso al mar. Las minicentrales rompen con el hábitat natural de muchas especies, entre ellas el salmón en su remontada. También se valora que reciba vertidos, ni aguas residuales, que las aguas estén limpias y que se puede acceder a su cauce alto. “Habería que evitar os vertidos contaminantes, mellorar o tratamento das augas residuais, vixiar a sobrepesca, recuperar a continuidade fluvial nas presas, e atallar a problemática das especies invasoras”, enumera Pedrosa los retos de la salud fluvial.
Suárez destaca que el mensaje de “Nas augas do norte ibérico: os ríos” es “concienciar a la gente de que hay que darle un cambio a la salud de los ríos. ¿Qué agua beberemos dentro de 100 años, cuando brote el agua de los acuíferos subterráneos que se están llenando hoy? “. Sin embargo, considera que la sociedad tiene presente que el agua es un bien común, pero falta voluntad política: “así como se gasta dienro en un tramo de carretera, se puede invertir en conservar los ríos”, argumenta. Una opinión que comparte con Manuel Pedrosa, quien tiene claro que “a sociedade vive de costas aos nosos ríos”.
Cauce abajo hacia el mar
Si la sobrepesca es uno de los problemas que afectan a los ríos, en el mar su relevancia se multiplica. Precisamente de las labores científicas relativas a la conservación de las especies y de la gestión pesquera nace el documental “Marcados para sobrevivir“, que se presentó el jueves en la Semana de Cine Submarino.
El filme surgió a raíz de los trabajos que tres investigadores estaban realizando en la ría,monitorizando el espacio y comportamiento de cuatro especies: el pinto, la maragota, los tiburones pelágicos y las centollas. “El productor, José Irisarri empezó a acompañarnos en nuestras salidas de campo, que eran muchas, y acumuló gran cantidad de imágenes que ahora forman parte del metraje”, explica David Villegas, asesor científico de la cinta.
“El documental tiene varios bloques: la ecología especial del pinto y maragota, ecología especial y migraciones de los tiburones pelágicos y los movimientos de las centollas”, relata Gonzalo Mucientes, asesor científico del filme. Según explica, en sus trabajos han delimitado las zonas en las que habitan estas especies y obtenido datos sobre su comportamiento.
“Marcados para sobrevivir‘ es un segundo episodio de ‘El mar del fin del mundo: el reino de los cefalópdos‘. Son científicos que marcan especies para conocer un poco más a fondo su biología. Esos individuos valen para que el resto tenga más posiblidades de sobrevivir, o sean mejor gestionados de cara a la pesca”, explica Villegas.
Estos investigadores han trabajado, mayormente, en un entorno privilegiado: el Parque Nacional de las Islas Atlánticas. Es por ello que han visto poblaciones en buen estado: “La impresión es que pintos y maragotas están saludables: son especies sedentarias, que se recuperan muy pronto y que viven mucho tiempo, con ejemplares muy grandes a poca profundidad”, añade Villegas.
Ambos son conscientes de la labor de concienciación de “Marcados para sobrevivir“, pues su trabajos sentarán las bases de futuros planes de gestión por una pesca sostenible y protección del medio marino gallego.
Noticia extraída de: http://www.farodevigo.es/gran-vigo/2013/11/29/salud-augas/923671.html